Contra el odio a las lesbianas
A los gays
A las personas trans
A les travestis, transexuales, transgénero
A las persona bisexuales, pansexuales
A las personas intersexuales
Contra la ciencia a la medida de la discriminación
Contra a hacer creer que lo que se sale de la norma es enfermedad
17 de mayo sigue siendo necesario para reflexionar en lo mucho que daña el odio en esta sociedad. Hace años creíamos que estaba superada la creencia de que ser LGTBI es una enfermedad, pero ahora nos damos cuenta de que los sectores ultraconservadores católicos evangélicos y otros buscan volver atrás legitimando supuestas terapias a lesbianas, a chicos gays, a personas trans y jóvenes travestis.
No se puede curar algo que no es una enfermedad.
Nuestro gobierno está contra nuestros derechos, trata de borrar en todas partes donde se nos mencione, trata de borrarnos.
Sectores ultra conservadores quieren hacer creer que nosotres somos una imposición extraterrestre, que no formamos parte de la historia del Paraguay, que somos una amenaza para las familias heterosexuales. Son viejas fórmulas que parecían olvidadas pero ahora resurgen con fuerza. Por eso el 17 de mayo es importante, no solamente porque la Organización Mundial de la Salud sacó la homosexualidad de la lista de enfermedades y hay que celebrar que le vino la luz, sino porque necesitamos de nuevo luchar contra las tinieblas.
Necesitamos repetir que nuestros derechos no son una amenaza para nadie, que la diversidad humana no es un peligro, necesitamos repetir que no pervertimos a las criaturas, que no buscamos el fin de la humanidad, que no pretendemos convertir a todo el mundo en LGTBI, que no somos el producto de ningún hecho traumático, que no somos el resultado de una subida de hormonas, que no somos parte de una conspiración mundial para dominar el mundo y todas esas cosas de antaño.