Después de muchas vueltas el Banco Itaú Paraguay S.A. cerró nuestra cuenta institucional “por políticas internas”. Itaú usa una amabilidad guionada para nunca explicar, ni hacerse cargo. Después de un tiempo, conseguimos conversar por teléfono con alguien de la empresa, nos habló de trazabilidad de los fondos en general, pero nunca nos dio una razón específica del porqué a nosotras. Lo más concreto que nos dijo es que los contratos se pueden rescindir por voluntad de una de las partes sin explicaciones.
Aclaró de forma insistente que no era un caso de discriminación porque mucha gente con nuestra misma “opción conceptual” (sic) trabaja en el banco y que son una “empresa a la vanguardia de la inclusión”.
Hemos estado averiguando por el mundo. Quienes nos apoyan, que, por cierto tiene toda la transparencia del origen de su fondos como Astraea, lesbian fundation for Justice (USA), Mama Cash (Holanda) o Fondo de Mujeres del Sur (Argentina) nos cuentan que en todo el mundo, han existido problemas de esta índole a lo largo del tiempo cuando se pretende debilitar a las organizaciones.
Para los bancos nunca hay razones políticas, para nosotras siempre. Varias organizaciones en Paraguay están teniendo los mismos problemas con los bancos.
No es casual. Alguien anda queriendo obstaculizar los derechos humanos.