Para quienes pretenden escondernos como si fuéramos algo terrible.
Un beso entre dos mujeres no es ningún espectáculo. Y menos un espectáculo vergonzoso.
Las lesbianas tenemos derecho a expresar el afecto, el amor en la calle, no tenemos porque escondernos.
No somos una película porno, no se confundan.
Que las niñas y los niños sepan que existimos, simplemente les saca de la falsa idea de que solo hay personas heterosexuales. Saber que existimos es darse cuenta que nuestra sociedad es diversa, eso nomás. No se contagia, no se transmite a través de la retina. Señora, señor, si su hija fuera lesbiana es porque es lesbiana, no porque vio alguna vez a dos mujeres besándose. De hecho nosotras ya éramos muy lesbianas antes de ver un beso entre mujeres.
¿No sabe cómo explicarlo?
Así: en el mundo hay personas que se aman y se besan.
Basta de usar la protección de la infancia como excusa para discriminar.
Basta de pretender legitimar la represión.
Existimos en su misma ciudad, en su mismo partido, equipo, familia. Ocultarnos y hacer como que no existimos es educar para la discriminación.
Para las chicas que se besaron en la playa San José en Encarnación toda nuestra solidaridad y nuestra potente fuerza lésbica que no se borrará por personas prejuiciosas, ni por sistemas que nos violentan.
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