18 años de Aireana, Grupo por los derechos de las lesbianas

febrero 23, 2021

En febrero de 2003 empezamos a darle cuerpo a una idea feminista desde las lesbianas. Hace 18 años todo era más tímido, había más closet, más dudas, más miedos. Hubo también reproches de que queríamos “dividir el movimiento” (se referían al movimiento “gay” que todavía no se llamaba LGTBI) por buscar nuestra propia fuerza que después nos permitiría articularnos con otros grupos y movimientos. 

Durante este tiempo sobre todo hemos sostenido nuestros proyectos como La Serafina, el festival de cine LESBIGAYTRANS, la Tatucada, la línea telefónica Rohendu, otros han ido transformándose como del programa de radio a los podcast, de elenco de teatro a “NEDTOLES”, de los talleres de los sábados y encuentros lesbofeministas al grupo de “Desobedientas”.

Desde Aireana hemos puesto y seguimos poniendo nuestro granito de arena en los cambios sociales.  Contribuimos a que haya un movimiento LGTBI un poco más más feminista y un movimiento feminista un poco más LGTBI. Pusimos la cultura en el centro y la pena en la periferia. 

Pasamos por muchas cosas, construimos nuestro poder propio, no el que rige sobre otras personas sino sobre nosotras mismas, participamos activamente en procesos de la región con Venir al Sur el encuentro lesbitransinter feminista, en la coalición LGTBI de incidencia en la OEA y otros. En el Paraguay integramos la CMP Coordinación de Mujeres del Paraguay, Codehupy, la Coalición TLGBI, la Red contra toda forma de discriminación entre otras. Sabemos que nuestra lucha es con otros grupos, no es una sola, está en todas partes. No hay una sola forma de ser lesbiana. Hay infinitos lugares desde los cuales nombrarse e infinitas identidades que con el tiempo se han ido haciendo también nuestras: bisexuales, pansexuales, transfeministas, no binaries, heteroesperanzadas, tortas, tortilleras, mariconas, muy disidentes de la sexualidad y del género, machonas, señoras lesbianas, y todas las que vendrán que no caben en esta lista. 

 

Seguimos queriendo el mundo que soñamos en 2003, donde la sexualidad y el género no limiten los derechos de las personas, pero ahora lo pensamos con más firmeza.  Queremos un Paraguay sin machismo, sin racismo, sin odio a LGTBI, sin capacitismo, sin xenofobias ni patriotismos de cartón, donde la salud, la educación, la vivienda, la alimentación y el agua sean derechos garantizados, donde se respete a los pueblos indígenas, las comunidades campesinas tengan todos los derechos, donde no haya explotación, ni ejércitos de ningún tipo, ni armas. Que haya más árboles, más agua limpia, más gente vegana, más arte, más ritmo, más orgasmos de personas libres.