La Tatucada es el nombre de la batucada de Aireana. «Tatu» es la palabra en guaraní para designar al armadillo, el animal y también se usa para designar a la vulva. Así que nuestra batucada es la TATUCADA.
La Tatucada es parte de Aireana. Es una batucada feminista, lesbofeminista, bisexual, no binarie, pansexual, heteroflexible-con-esperanza, trans. Formamos parte todas las personas que nos identificamos como lesbianas.
Somos un grupo de percusión y de canto que participa de manifestaciones y eventos de reivindicación y de lucha. Además de estar firmemente en las marchas del orgullo LGTBI, el 8 de Marzo o el 25 de Noviembre, acompañamos marchas donde solicitan nuestra presencia y con las cuales nos sentimos identificadas, como las de estudiantes, derechos de la niñez y adolescencia, campesinado, en las protestas frente a la fiscalía por su inacción. También aparecemos allá donde podamos estar como en las manifestaciones por la justicia del caso Curuguaty, en las protestas de las universitarias contra el acoso, acompañando a la gente de teatro, la huelga general y otras muchas.
La Tatucada está formada por mujeres y personas no binarias, no es obligatorio ser lesbiana, ni ser cis mujer. Las personas trans son bienvenidas. Nos interesan todas las disidencias sexuales y genéricas. Tenemos todas las edades y coincidimos bastante en nuestras ideas de transformación social. La Tatucada nos encanta y el ritmo es liberador.
“la tatucada tiene magia, ya que en momentos de tensión, nos libera… nos ofrece un espacio para practicar el activismo en otro escenario, en las calles, al aire libre y rodead*s de muchas personas, donde promovemos la visibilidad de las lesbianas generando aprendizaje e intercambio”
En julio del 2021 participamos de la campaña «Sillas vacías*» de la La Iniciativa por los Derechos Sexuales (Sexual Rights Initiative) https://sexualrightsinitiative.com/es.
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*Este 2021, activistas feministas de La Campaña #SillasVacías (EmptyChairs) y nuestrxs aliadxs en todo el mundo nos estamos movilizando por una nueva era en la evolución de los derechos humanos. En 2020 y 2021, las sillas en los espacios creados para tomar decisiones que impulsen los derechos humanos han estado vacías, lo que representa un profundo deterioro de la gobernanza ya débil que exhibía el sistema de DDHH. Una silla vacía – algo muy actual en las instituciones de derechos humanos – simboliza la falta de participación significativa y de liderazgo por parte de les activistas en la toma de decisiones acerca de nuestros derechos.
🥁 Texto de: www.akahataorg.org.
📹: Milena Coral @coraltles